Cuando la Tierra se fue formando, hace más de 4600 millones de años, las altas temperaturas hacían que toda el agua estuviera en forma de vapor. Al enfriarse el planeta, se originaron intensas lluvias que provocaron que las partes más bajas de la superficie fueran ocupadas por el agua, dando así al nacimiento de los océanos.
El agua tiene una gran importancia biológica. Cubre las tres cuartas partes (71%) de la superficie de la Tierra y representa, entre el 50 y el 90% de la masa de los cuerpos de los seres vivos. A diferencia de otros recursos, el agua como líquido vital, no tiene sustituto; toda la biosfera sobrevive gracias al agua.